Obesidad y COVID-19: Asocia al mayor riesgo de desarrollar síntomas y complicaciones severas de la enfermedad del coronavirus

Un resumen de la evidencia hasta ahora sugiere que la obesidad está asociada con un mayor riesgo de desarrollar síntomas y complicaciones severas de la enfermedad coronavirus (COVID-19), independientemente de otras enfermedades, como las cardiovasculares.
Los primeros datos parecen sugerir que las personas con obesidad tienen más probabilidades de enfermarse gravemente debido a la COVID-19, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.


Cada vez más informes han vinculado la obesidad a la mortalidad por coronavirus, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) ahora enumeran la obesidad “GRAVE”, como un factor de riesgo “GRAVE” de la COVID-19. Los CDC definen la obesidad grave como un índice de masa corporal (IMC) de 40 o más.

Sin embargo, en la actualidad no está claro por qué la obesidad se asocia con una forma más peligrosa de la enfermedad.

Un equipo de expertos en Alemania, el Reino Unido y los Estados Unidos se han reunido para revisar la evidencia y aclarar lo que se sabe hasta ahora.

Sus hallazgos se publican en Nature Reviews Endocrinology.

El artículo resume los datos preliminares disponibles sobre la obesidad y COVID-19.

En China, donde comenzó el brote, los datos de 383 pacientes mostraron que tener obesidad estaba asociado con un 142% más de riesgo de desarrollar neumonía severa asociada con COVID-19.

Un estudio más amplio de más de 4.000 pacientes con COVID-19 en la ciudad de Nueva York descubrió que la obesidad grave era un factor de riesgo importante para la hospitalización, sólo superado por la edad.

En Seattle, un estudio de pacientes críticamente enfermos con COVID-19 hizo hallazgos similares. Este análisis encontró que el 85% de los pacientes con obesidad requerían ventilación mecánica, comparado con el 64% de los pacientes sin la condición. Además, el 62% de los pacientes con obesidad murieron de COVID-19, comparado con el 36% de los que no tenían obesidad.

Sin embargo, es importante señalar que este estudio en particular incluyó sólo 24 pacientes, todos los cuales estaban gravemente enfermos, lo que hace difícil sacar conclusiones de gran alcance de los datos.

En el estudio final incluido en el análisis participaron 124 pacientes de Lille (Francia), y también se comprobó que los pacientes con obesidad tenían más probabilidades de necesitar ventilación mecánica invasiva.

En conjunto, las pruebas sugieren que la obesidad puede ser un factor de riesgo significativo para COVID-19.

Como explicó el autor principal del estudio, el Dr. Norbert Stefan, del Centro Alemán para la Investigación de la Diabetes, a Medical News Today:

"Concluimos que la obesidad puede poner a las personas infectadas con el nuevo coronavirus (SARS-CoV-2) en un riesgo muy alto de padecer una enfermedad más grave por COVID-19 y posiblemente de morir".

¿Por qué la obesidad es un factor de riesgo?
Es importante señalar que el riesgo parece ser independiente de otras enfermedades, como la hipertensión arterial, que son más frecuentes en las personas con obesidad. Según los autores del estudio, una de las formas en que la obesidad podría aumentar el riesgo de sufrir una COVID-19 grave es la disfunción respiratoria.

Las personas con obesidad son más propensas a tener mayor resistencia en sus vías respiratorias, menores volúmenes pulmonares y músculos respiratorios más débiles, que son fundamentales en la defensa contra COVID-19. Estos factores hacen que un individuo sea más propenso a desarrollar neumonía, y ponen un estrés adicional en el corazón.

La obesidad también se asocia con la diabetes, las enfermedades cardíacas y renales, que también aumentan el riesgo de desarrollar neumonía.

Dejando estos temas de lado, la presión arterial alta, los niveles altos de colesterol y la prediabetes podrían hacer a las personas más susceptibles a las infecciones, señalan los autores.

La conexión entre la aparición de la diabetes y COVID-19 parece ser particularmente importante.

"Hay datos que muestran que la hiperglucemia [altos niveles de glucosa en la sangre], incluso en el rango en el que la diabetes no puede ser diagnosticada, es un fuerte e independiente predictor de un curso severo de COVID-19", explica el Dr. Stefan.

Falta de datos del IMC
Aunque esta investigación sugiere fuertemente que las personas con obesidad experimentan un mayor riesgo asociado a COVID-19, hay limitaciones en el análisis. En primer lugar, la mayoría de los estudios hasta la fecha no han sido revisados por pares.

Además, muchos no proporcionaron mediciones del peso o la altura de los pacientes, ambos necesarios para calcular el IMC, una medida universal de la obesidad. El IMC también puede ser usado para estimar el porcentaje de grasa corporal.

"La mayoría de los artículos que se publicaron durante los últimos 2 meses informando sobre datos acerca de condiciones comórbidas, que pueden estar asociadas con un mayor riesgo de COVID-19 severo, no proporcionaron datos sobre la masa de grasa corporal o la salud metabólica", dice el Dr. Stefan. En particular, algunos estudios de China y Lombardía, Italia -dos de las zonas más afectadas- no proporcionaron datos sobre peso o altura.

Los autores hacen hincapié en que los futuros estudios no sólo deben registrar el IMC sino también el perímetro de la cintura, así como los niveles de glucosa y la hormona que la regula, la insulina. Estas mediciones pueden ayudar a determinar si una persona tiene resistencia a la insulina o prediabetes, lo que puede contribuir a aumentar el riesgo de COVID-19 en personas con obesidad.

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